Consagración de Niños

Consagración de Niños

Día 16

Oración al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

  1. Envía Tu Espíritu y serán creadas todas las cosas.
  2. Y renovarás la faz de la tierra. OREMOS:

¡Oh Dios, que has instruido los corazones de Tus fieles con luz del Espíritu Santo!,

concédenos que tengamos juicio correcto con el mismo Espíritu

y gocemos siempre de Su divino consuelo.

Por Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.

O Espíritu Santo, dulce invitado de mi alma, acata en mí y otorga que puedo siempre acatar en usted.

Nosotros no queremos perder los frutos que cultivamos mientras cosechamos otros. Esto puede pasar si los frutos no se almacenan de manera segura. En la historia “Un jardín”, nos dicen que “pequeños animales vinieron e intentaron llevarse los vegetales”. Algo similar puede pasar con nosotros. Durante nuestro tiempo en la tierra, a través de nuestras oraciones, nuestro amor y nuestros sacrificios, podemos acumular frutos que queremos dar al Padre. Cuando almacenamos nuestros frutos en la tierra, se pueden pudrir y, peor aún, pueden ser robados.

Pero tal como la madre en nuestra historia “Un jardín” protegía los vegetales colocando una red sobre ellos, así también Nuestra Santísima Madre puede proteger todo lo que nosotros hemos reunido para dar a Dios.

Que sabio es el niño que da todo lo que cosecha desde una edad joven a Nuestra Santísima Madre para mantenerlo seguro. ¡Qué alegría habrá cuando el Padre venga durante el tiempo de la cosecha y todo esté listo y seguro!

Meta: Debemos dar todos nuestros frutos y tesoros a María, para que ella pueda mantenerlos seguros.

CREDO . . .

PADRE NUESTRO  . . .

10 AVE MARÍAS . . .

GLORIA . . .