Consagración de Niños

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Día 21

Oración al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

  1. Envía Tu Espíritu y serán creadas todas las cosas.
  2. Y renovarás la faz de la tierra. OREMOS:

¡Oh Dios, que has instruido los corazones de Tus fieles con luz del Espíritu Santo!,

concédenos que tengamos juicio correcto con el mismo Espíritu

y gocemos siempre de Su divino consuelo.

Por Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.

O Espíritu Santo, dulce invitado de mi alma, acata en mí y otorga que puedo siempre acatar en usted.

¿Cuáles son nuestros tesoros? Hemos hablado sobre el valor de proteger nuestros frutos y tesoros, pero ¿qué son estos exactamente? ¿Qué estamos acumulando? Si nuestro enfoque está en el mundo y en las cosas del mundo, podríamos estar acumulando cosas que son solo de este mundo y que pueden descomponerse. Estas cosas no tienen valor eterno. Pero aquí otra vez, Nuestra Señora nos guía para ver los verdaderos tesoros. Las cosas que permanecerán son amor y actos de amor. Es amor lo que nos abrirá el Reino del Cielo. Nuestra Señora nos recuerda buscar el placer del Padre, no el nuestro. ¿Cuál es el placer o deseo del Padre? Es que amemos a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todo nuestro esfuerzo, y que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. No hay un mandamiento más grande que este (cf. Mc 12:30-31).

Si buscamos como nuestra meta agradar a Dios y seguir su voluntad, entonces tendremos frutos y tesoros que tienen significado para Dios. Si lo obedecemos y trabajamos duramente, entonces nuestros frutos se multiplicarán.

Como Nuestro Señor enseñó, “No amontonen tesoros en esta tierra, donde la polilla y la herrumbre echan a perder las cosas, y donde los ladrones perforan los muros y roban. Amontonen mejor tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre echan a perder las cosas, y donde los ladrones no perforan los muros ni roban. Porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón” (Mt 6:19-21).

Meta: Nuestra Señora nos muestra los tesoros que tienen valor eterno.

CREDO . . .

PADRE NUESTRO  . . .

10 AVE MARÍAS . . .

GLORIA . . .