Día 34
Día de Consagración
Oración al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
- Envía Tu Espíritu y serán creadas todas las cosas.
- Y renovarás la faz de la tierra. OREMOS:
¡Oh Dios, que has instruido los corazones de Tus fieles con luz del Espíritu Santo!,
concédenos que tengamos juicio correcto con el mismo Espíritu
y gocemos siempre de Su divino consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
O Espíritu Santo, dulce invitado de mi alma, acata en mí y otorga que puedo siempre acatar en usted.
¡Soy todo tuyo, oh Maria, y cuanto tengo es tuyo!… ¡Tú eres mi todo, oh María; préstame tu corazón!
– St. Louis de Montfort
“Totus tuus”. La cita anterior fue la inspiración para el Lema Papal del Papa San Juan Pablo II: “Totus tuus”. Para nuestra Consagración, incluiremos el pasaje dentro de la oración de Consagración:
Recita lo siguiente:
Yo, (Nombre), renuncio a satán y me entrego completamente a Jesucristo a través del Inmaculado corazón de María.
Querida María, pertenezco completamente a usted, y todo lo que tengo es suyo. Tomo a usted como mi todo. María, doy a usted mi corazón. O María, por favor deme su corazón. Consagro a usted, Madre María, mi cuerpo y mi alma asi como mis buenas acciones, tanto internas como externas, y el valor de mis buenas acciones pasadas, presentes y futuras. Que mis manos sean las manos extendidas de Jesús y de usted, María. Que todo sea para la Gloria de Dios. Amén.
Después recita esta versión abreviada de la Consagración. Es una encomiendación a María, quien nos lleva a Jesús. La encomendación se repite despacio tres veces e idealmente debe leerse en voz alta:
Pertenezco completamente a usted, querida Madre, y todo lo que tengo es suyo. O María, la tomo a usted por mi todo; deme su corazón. Amén.
ORA EL ROSARIO