Día 5
Oración al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
- Envía Tu Espíritu y serán creadas todas las cosas.
- Y renovarás la faz de la tierra. OREMOS:
¡Oh Dios, que has instruido los corazones de Tus fieles con luz del Espíritu Santo!,
concédenos que tengamos juicio correcto con el mismo Espíritu
y gocemos siempre de Su divino consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
O Espíritu Santo, dulce invitado de mi alma, acata en mí y otorga que puedo siempre acatar en usted.
La Virgen Santísima es el medio del cual debemos servirnos para ir a El.
— San Luis María Grignion de Montfort
El primer rol de María fue como madre. Es a través de Nuestra Señora con el Divino Niño en sus brazos, que el mundo llegó a conocer a Dios en la persona de Jesús. Fue María quien sostuvo la mano de Jesús mientras aprendía a caminar. Lo alimentó y lo amó y Él, a su vez, amó a Su Madre. Así, cuando deseamos acercarnos a Jesús, es una buena práctica recurrir a Nuestra Santísima Madre. Porque cuando Ella presenta algo, no importa cuán pequeño, es recibido calurosamente ya que las manos que lo presentan son las manos puras que cuidaron a Nuestro Señor.
Igualmente, en nuestra historia “Un Jardín”, Margarita lleva las frutas cultivadas a la mesa, pero es la Madre quien la arregla en la mesa en forma que sean más agradables al Padre.
Meta: Es agradable a Dios llegar a Él con nuestra Santísima Madre y que a través de sus manos puras,
nuestros frutos sean entregados a Él.
PADRE NUESTRO . . .
AVE MARÍA . . .
GLORIA . . .
AVE MARIS STELLA . . .