Consagración de Niños

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Día 19

Oración al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

  1. Envía Tu Espíritu y serán creadas todas las cosas.
  2. Y renovarás la faz de la tierra. OREMOS:

¡Oh Dios, que has instruido los corazones de Tus fieles con luz del Espíritu Santo!,

concédenos que tengamos juicio correcto con el mismo Espíritu

y gocemos siempre de Su divino consuelo.

Por Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.

O Espíritu Santo, dulce invitado de mi alma, acata en mí y otorga que puedo siempre acatar en usted.

No queremos estar frente a Dios al fin de nuestras vidas y que Él nos muestre todo lo que pudimos haber logrado. Que triste sería ver la gran cantidad de frutos y vegetales que podríamos haber cosechado, y aún así solo tener unos cuantos o aún peor…nada. No habrá tiempo para volver sobre nuestros pasos y hacer las cosas de otra manera. Qué diferencia si hubiéramos tenido una perspectiva tan sabia y perfecta cuando iniciábamos en nuestro viaje. . . antes de que se perdiera el tiempo. ¿Qué pasaría si tuviéramos la sabiduría de una persona que hubiera vivido toda su vida cuando nosotros todavía éramos pequeños y apenas empezábamos? Tener la guía de Nuestra Santísima Madre es tener a alguien que no solo tiene la perspectiva de una vida ya vivida, sino también la perspectiva desde el Cielo, donde las cosas se ven a través de una lente de la verdad.

Nuestra Santísima Madre, que está en el Cielo, también tiene la habilidad de ver esos peligros donde podríamos caer y ser heridos espiritualmente. Mientras caminamos a través de un denso bosque donde se encuentran las trampas ante nosotros, ella tiene un panorama completo de estos peligros y puede guiarnos gentilmente en torno a ellos con seguridad. ¡Que maravilloso tener alguien con una vista perfecta cuidándonos y guiándonos a la meta que buscamos que es unión con Dios y la eternidad en el Cielo!

Meta: Nuestra Santísima Madre puede ver los peligros potenciales que se encuentran ante cada uno de nosotros— ¡cuán sabia es el alma que pide a Nuestra Señora guiarla por la vida!

CREDO . . .

PADRE NUESTRO  . . .

10 AVE MARÍAS . . .

GLORIA . . .